En todos los ordenadores, la cuestión de la temperatura es un factor que no debe subestimarse. A medida que avanza la tecnología, el mercado ofrece cada vez más PC de alto rendimiento. Y un aumento del rendimiento implica un aumento de la temperatura en el interior del ordenador. Por eso, cada vez más ordenadores de sobremesa contienen sistemas de refrigeración cada vez más complejos.
Así, un procesador i9, muy potente de por sí, necesita una ventilación muy eficaz para que el ordenador "respire", sobre todo durante los trabajos más complejos que requieren una gran potencia de cálculo (por ejemplo, gráficos, juegos, etc.).
El primer problema que surge cuando se trata de un mini PC con una CPU i9 es la temperatura.
Cuanto más potente es el procesador, más tiende a calentar el ordenador.
Y comprende también que en un PC del tamaño de la palma de la mano, las temperaturas en su interior pueden alcanzar valores muy elevados.
Y un mini PC no puede soportar un calentamiento tan excesivo.
¿Cuál es entonces la consecuencia?
El ordenador se apaga.
Exacto. Mientras trabajas en un proyecto importante o juegas a tu juego favorito, cuando el PC alcanza altas temperaturas se protege apagándose, para que las temperaturas en su interior vuelvan a valores aceptables.
Si no tuviera esta función de apagado automático, el PC sufriría daños irreparables.
¿Pero el mini pc no tiene un ventilador dentro para refrigerarlo?
Surge esta pregunta: puedes pensar 'Si fabrican PCs con i9 también fabricarán el sistema de refrigeración adecuado'.
En realidad... no es exactamente así.