Si eres un avezado navegante del gran océano informático, seguramente habrás leído las noticias relativas a los problemas con las BIOS de los procesadores Intel.
A saber: había varios fabricantes de placas base que utilizaban versiones de BIOS que no eran totalmente reconocidas o compatibles con las CPU de Intel.
Esto provocó diversos problemas de estabilidad y rendimiento en los procesadores de 13ª y 14ª generación.
¿Cuál era la causa de la inestabilidad de estos procesadores?
Se determinó que la causa principal de la inestabilidad eran los altos voltajes de funcionamiento.
De hecho, se vio que, en ciertos casos, las configuraciones de la BIOS en las placas base Intel eran demasiado agresivas, con el objetivo de maximizar el rendimiento para llevar las CPU a frecuencias más altas.
En estos casos, estas configuraciones superaban las especificaciones recomendadas por Intel, lo que provocaba problemas de sobrecalentamiento e inestabilidad del sistema.
Esto era lo que causaba inestabilidad, especialmente con procesadores como el Core i9-13900K y el i7-13700K.
Pero leamos lo que Intel tenía que decir sobre estos problemas que surgieron...